23 agosto 2011

Aprendiendo...con el tiempo

Buscando en Google (como no) he recordado que mañana es el aniversario del escritor Jorge Luis Borges y he decidido publicar el poema "Aprendiendo".Hace ya mucho que lo había leído pero es uno de esos poemas que no deben de ser olvidados, no tiene ningún desperdicio, juzguen vosotros mismos ;)

Aprendiendo

Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia
...entre sostener una mano y encadenar un alma, y uno
aprende que el amor no significa acostarse y una
compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son
promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la
cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a
construir todos sus caminos en el hoy, porque el
terreno de mañana es demasiado inseguro para planes...
y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es
demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno
planta su propio jardín y decora su propia alma, en
lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno
realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno
aprende. Y aprende... y con cada día aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te
ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano
querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de
amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte,
puede brindarte toda la felicidad que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de
esa persona sólo por acompañar tu soledad,
irremediablemente acabarás no deseando volver a verla.

Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son
contados, y que el que no lucha por ellos tarde o
temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un
momento de ira pueden seguir lastimando a quien
heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar lo hace
cualquiera, pero perdonar es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que aunque seas feliz con tus
amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia
vivida con cada persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o
desprecia a un ser humano, tarde o temprano sufrirá
las mismas humillaciones o desprecios multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos
en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado
incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o
forzarlas a que pasen ocasionará que al final no sean
como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo
mejor no era el futuro, sino el momento que estabas
viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que
están a tu lado, añorarás terriblemente a los que ayer
estaban contigo y ahora se han marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir
perdón, decir que amas, decir que extrañas, decir que
necesitas, decir que quieres ser amigo, ante una
tumba, ya no tiene sentido.
Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...

Aprovecha tu tiempo, es muy escaso...


20 julio 2011

El tren, o el viaje de la vida

A veces me es inevitable escribir de las cosas personales que me pasan por la cabeza. Un amigo, mi pareja, la familia, el trabajo (sí, tengo trabajo, la lotería de los últimos años), el tiempo de ocio… cosas del día a día, eso en pocas palabras.

Ahora mismo me encuentro de camino a casa en un tren tras 3 días de estancia en otra provincia por motivos laborales (soy una chica con mucho léxico). Sin quererlo me pongo a pensar en el tren, más concretamente en los viajes en tren.

Un viaje en tren puede ser surrealista, aburrido, rutinario, oportuno… de mil maneras, y en él pueden pasar múltiples anécdotas…o ninguna.

La vida es más o menos un viaje en tren, con sus múltiples paradas, paradas en las que pasamos temporadas de mayor o menor duración. Algunos de nosotros cuando nos bajamos ya no volvemos a subir en el tren, y los trenes pasan y nosotros los miramos pero simplemente no subimos.

Los motivos pueden ser varios, una madre, un hijo, un trabajo, una idea, una esperanza, una promesa, tu pareja…Todo ello EXCUSAS. Excusas siempre y cuando no estemos contentos con el destino que hemos elegido, con la parada en donde decidimos un día bajarnos del tren. Y los trenes pasan y pasan, pero es más fácil quejarse en silencio que armarse de valor y volver a subir al tren. Tal vez no se haya subido nunca y su miedo radique en “viajar”, tal vez usted tenga miedo a ser más feliz, ¿le parece una tontería? Hay más gente de la que se imagina que tiene miedo a ser feliz, que se “autocompadece”, que le es más fácil echarle la culpa al resto o a sus “circunstancias” que luchar, las batallas nunca fueron fáciles.

Y no se equivoque, no se lo pasa mejor el que viaja en 1ª clase que el que viaja en turista. A veces de nada sirve el vino, la comida o el champagne de la 1ª clase para hacer un viaje interesante, para hacer que tu viaje en tren te satisfaga y una vez llegado a tu destino lo recuerdes con una sonrisa en los labios.

Muchas veces el viaje de turista es más divertido, sólo tienes que saber disfrutarlo. Una vez alguien a quien aprecio mucho con un alto poder adquisitivo me dijo “daría todo lo que tengo por ser la mitad de feliz que tú”. Tengan en cuenta que una servidora no es más que una chica común y silvestre más, que la mayoría de veces pasa la semana con 40 euros incluyendo comida y gasolina, que cuando viaja adelgaza, pero que sin embargo disfruta.

Cuando te bajes en una parada disfrútala, en el momento que dejes de hacerlo, pregúntate de si es el momento de volver a subir al tren.